La actual revolución tecnológica está transformando aceleradamente la economía y todos los sectores productivos a nivel mundial. Las economías mineras no están ajenas a este proceso, y la pandemia ha acelerado la automatización en esta industria. En particular países como Chile, Perú, Ecuador y Colombia están adoptando, e incluso desarrollando, tecnologías asociadas a la actual Revolución Tecnológica para poder enfrentar los desafíos productivos, ambientales y de seguridad, de forma de mantener o fortalecer la posición competitiva necesaria para seguir operando.

El Centro de Estudios del Cobre y la Minería (Cesco), presentó los principales resultados del estudio “Revolución tecnológica en la gran minería de la Región Andina” que se basó en el juicio experto de distintos actores del sector. Algunas de sus principales conclusiones fueron:

No existe una solución única: existen importantes diferencias entre los países de la Región Andina respecto de los impactos y oportunidades de la adopción tecnológica en la gran minería del cobre. En distritos mineros más maduros, como Chile y Perú, los impactos en empleo, compras locales e innovación despiertan inquietud, y el sector enfrenta el desafío de atender las expectativas de la sociedad sobre lo que significa una participación justa de los beneficios que genera la minería.

Revolución industrial 4.0 está en pleno despliegue, pero los impactos y frutos de la era digital están aún por venir: la adopción de las tecnologías digitales, tales como la automatización y robótica, están en pleno despliegue y aún deben superar algunos desafíos para generar los beneficios esperados. Específicamente, se debe desarrollar la infraestructura digital, para luego abordar temas de ciberseguridad, la integración de sistemas, la gestión de data, la automatización y la autonomización de procesos.

Las políticas públicas y la acción colectiva son claves y conllevan a escenarios de mayores beneficios: los mayores beneficios se dan para las tecnologías de sostenibilidad y de gestión de datos. En otras palabras, según el juicio de los expertos que participaron en esta investigación, la minería puede proveer una plataforma de desarrollo para la Región Andina con una mirada de futuro, si existe una acción deliberada y coordinada de política y colaboración.

Este proceso está en pleno desarrollo y los impactos deberían producirse en los próximos años, lo que genera una ventana temporal única para prepararse adecuadamente y contar con los saltos de productividad y mejoras operacionales fundamentales en la industria.

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